Uruguay R. Vega Castillos

  

SUMARIO: 1. Presentación – 2. Un observador calificado: Saint Hilaire y su pasaje por Rocha – 3. Crecimiento urbanístico y social – 4. Las colectividades española e italiana – 5. Un día de campo – 6. Otras sociedades recreativas, culturales, de socorros mutuos y filantrópicas

 

1. Presentación

 

En este artículo pretendemos incursionar sobre las modalidades de recreación, que se desarrollaron en la sociedad rochense durante el siglo XIX. En una primera parte, cuando Rocha comienza a transitar el siglo, se puede observar la quietud típica de una población pequeña y naciente. Un testigo calificado, informa de lo que es la pequeña urbanización a comienzos de la década del ´20. Posteriormente, a medida que aumentó la cantidad de habitantes, comenzaron a surgir inquietudes que cristalizaron en el último cuarto del siglo, cuando la presencia de inmigrantes y orientales llegados desde otros lugares, conformaron una sociedad con inquietudes, necesidades y aspiraciones, tanto a nivel individual como colectivo. Es el momento donde surgen las sociedades recreativas, de socorros mutuos, culturales y filantrópicas conformando una variada gama de ofertas.

A partir de la fundación la villa de Rocha muy lentamente comenzó a aumentar su población. Si bien los comienzos fueron penosos, realizando muchos sacrificios sus pobladores, se desarrollaron las labores necesarias para obtener los medios de subsistencia. En esos primeros momentos, no hubo tiempo ni ánimo para otras actividades. El encuentro de los vecinos, se producía por entonces en la iglesia, a la que acudía toda la familia, como núcleo inicial de sociabilidad.

Otra instancia – donde se reunían solo los hombres – era en ocasión de designar el Cabildo. No había oportunidades ni lugar para la recreación. Todo quedaba circunscrito a alguna celebración familiar, donde se encontraban los familiares y vecinos más cercanos. Para colmo de males, pocas situaciones alteraban la siesta colonial en que se hallaba sumergida la joven población.

En el año 1811 la quietud se rompió. Los hombres sintieron el llamado a luchar por la libertad y también impactó y provocó angustia la presencia en nuestras tierras de un ejército enemigo, en este caso el lusitano. Pero el mal trago pasó y la revolución transcurrió de los hechos cercanos a la distancia y a ser un relato, compartido en fogones.

 

 

2. Un observador calificado: Saint-Hilaire y su pasaje por Rocha

 

En la década del 20, más exactamente entre setiembre de 1820 a enero de 1821, visitó la región Auguste de Saint-Hilaire. Este científico, resultó ser un observador calificado. En efecto, en su pasaje por el territorio rochense vio y dejó documentadas en una publicación del año 1887 sus impresiones e informó de muchas de las características de la sociedad rochense. En este sentido, planteó una interesante descripción de la actividad religiosa, de las características de la iglesia, así como de quienes asistían a las misas.

Dejé la ciudad de Rocha muy tarde para poder ir antes de la misa. La iglesia, muy diferente a la de los portugueses, es muy baja, larga, extremadamente estrecha, cubierta de paja y construida con ladrillos. No tiene cielo raso y solo un altar. No se ve ningún ornamento, pero está muy limpia. Las mujeres se colocan en fila cerca del santuario y se quedan como las portuguesas, de rodillas o sentadas sobre sus talones. Los hombres mejor puestos, se sientan en dos bancos colocados uno delante del otro en el medio de la iglesia, a alguna distancia de las paredes, los otros hombres se aprietan unos a otros entre bancos y puertas.”

 

Reconstrucción histórica de la Capilla fundacional
Reproducción del dibujo de la artista rochense Mélida González Sena tomada del libro de Marlene Yacobazzo,
“Rocha Testimonio de dos siglos”,

Continúa más adelante la descripción:

Hay en la iglesia de Rocha una pequeña tribuna con dos músicos, uno con violín y otro con arpa. Cantaron la misa acompañados de sus instrumentos pero el pueblo no cantó con ellos y como los portugueses, tampoco tenían libro, hacían acto de presencia, pero pocas personas parecían rezar. Las mujeres estaban muy bien puestas, los hombres muy mal. No vi a ninguno que tuviera un buen traje, a excepción  de dos o tres con el pelo corto, los otros lo tenían atado con una cinta. Los mejor vestidos llevaban el típico traje de soldado, y un chaquetón corto, los otros, un poncho hecho en el país o una tela fina de lana o de algodón, sin dobladillo. Durante la misa se golpean el pecho y se hacen la señal de la cruz, no tan seguido como los portugueses, pero después de haberse persignado, tienen mucho cuidado de besarse el dedo pulgar. No se olvidan, tampoco de hacer, como los portugueses, la señal de la cruz en la boca, mientras se bosteza.” [1]

   La observación de Saint-Hilaire, resulta muy interesante. En primer lugar nos dice que las damas están bien vestidas. Es que para ellas, la concurrencia a Misa, constituía la única salida usual; no sólo para cumplir con el precepto religioso, sino que también se traducía en un acto social, pues allí trababan relaciones con vecinas y amigas, generándose conversaciones donde se generaba un intenso intercambio de opiniones, etc. En el caso de los hombres, no ocurría lo mismo, pero a diferencia del otro sexo, contaban con otros espacios para ciertas formas de solaz. Dependiendo de su actividad, tenían oportunidades de alternar socialmente en otras áreas, ya sea mediante visitas de cortesía o de negocios.

Diversos documentos de época, exhumados por algunos historiadores, nos muestran la existencia de pulperías en los alrededores de las villas y poblaciones. Comercio de particular importancia en su época como lugar de sociabilidad masculina por excelencia. Y en nuestra por entonces villa, existían comercios, especialmente en la periferia que también cumplían esa función.

Rocha, paulatinamente había comenzado a crecer, y en este sentido, cabe mencionar otra observación de Saint Hilaire, relacionada con las construcciones de la ciudad. La ciudad es más o menos cuadrada, y se compone de más de 45 casas que sólo tienen planta baja. Son bastante altas, la mayoría muy chicas, construidas con ladrillos y cubiertas de paja, las más importantes son estrechas y alargadas, las otras casi cuadradas. No está revocada más que la parte alta de las casas; las ventanas tienen postigos de madera sin celosía.[2]

El modelo que se sigue, al construir es la denominada “casa del poblador”. Las casas de poblador, todas construidas en ladrillo, piedra, madera y paja, de siete varas de elevación, fueron prolijamente realizadas según modelo, por el maestro constructor Martín Ubarcalde. Se componían de dos habitaciones la sala y una alcoba más pequeña, de ladrillo y techo de paja, que totalizaban once por seis varas y una cocina aparte de seis por seis varas separada del resto de la misma. Aparentemente, la mayoría de ellas no tenían retiro en relación a las calles, tal como las de estilo colonial que aún están en pie. Cuando ocupaban una posición esquinera, se tendría un muro de ladrillos entre la cocina y el cuerpo principal que estaban distanciados entre sí unas seis varas y media.

La ventana de dos hojas, obviamente sin vidrios, correspondía a la alcoba, y otra pequeña a la cocina. Es interesante señalar cómo las tres puertas estaban alineadas, lo que  permite a sus moradores, desde los fondos, mirar “quien viene”.” [3]

 

Reproducción de la carátula del libro presentado por Saint-Hilaire

 

3. Crecimiento urbanístico y social

 

 

   “LA CIUDAD CRECE (1835–1880) – Pasado el fragor de las luchas por la independencia, jurada la Constitución, legalizada la propiedad de los campos y más tarde incorporado el alambrado, se inicia en la Villa lo que al final de este período será el mayor impulso constructivo de toda su historia. A las viviendas quinchadas de techo a dos aguas, más adelante sustituidos por tejas, se fueron agregando las primeras casas de azotea en el casco céntrico y las características construcciones de ladrillo visto, que reunían viviendas y comercio, a lo largo del camino real y demás vías de entrada a la ciudad. Finalizada la Guerra Grande, el fuerte aluvión inmigratorio europeo aporta artesanos calificados y maestros de variados oficios. Al repoblamiento de la Villa se agrega una considerable expansión del casco urbano de la ciudad.” [4]

De manera progresiva fueron surgiendo algunos establecimientos, que ofrecían servicios acorde a los nuevos tiempos que corrían, tal el caso de los cafés, a los que acudían exclusivamente los hombres. Ya entrado el último cuarto del siglo XIX, aparecerían las confiterías, locales que ofrecían un servicio de mejor nivel y destinado en este caso a damas y caballeros.

Un caso diferente, que llama la atención, era el del comercio de Saturnino Ferreyrós. Un suelto de gacetilla comunicaba:

Saturnino Ferreyrós – calle de San Miguel esquina Uruguay – Acaba de abrirse un tambo donde los que deseen, podrán ir a tomar excelente leche, siendo atendidos con esmero y por precios módicos. Se ordeña de mañana y de tarde.” [5]

Un segundo aviso, publicado en los primeros días de noviembre resultaba de interés por la forma como está redactado y el servicio ofrecido:

Al tambo, al tambo”

¿Sabéis bellas lectoras cual es el punto de reunión de todos los dandis high – life Rochense?

Donde menos pensáis, nada menos que en el tambo situado en la calle San Miguel esquina Uruguay [6], en casa de Saturnino Ferreyrós.

Allí encontrareis a todo lo más distinguido del sexo feo, tanto hacendados, como empleados públicos, abogados, procuradores, escribanos, y por fin, lo más graneado de la juventud, que va a saborear un riquísimo vaso de leche, acompañado del correspondiente brandy y que cuesta todo dos centésimos. Es indisputable que el mejor remedio para las personas anémicas y débiles, es la leche, y que es muy buena también para las personas de buena salud; de manera que me permito a fuer de hombre práctico, aconsejar a mis lectores que acudan a aquel sitio de mañana y de tarde, a saborear aquel riquísimo néctar; además tendrán buenas vistas y cada una verá a su Romeo, y de ahí que el tambo se convertirá en un punto de reunión.

Con que señoritas y caballeros rezagados, al tambo, al tambo, a tomar el más saludable de los aperitivos!” [7]

Llama la atención la ubicación del comercio, a pocas cuadras del centro de la Villa, así como el ramo en que giraba, y el aviso, dirigido a una determinada franja de la población, la juventud, que en el caso femenino estaba en “edad de merecer”.

No resulta difícil imaginar la convocatoria que tendría un comercio de tales características hoy en día…

 

 

4. Las colectividades española e italiana

 

También por estos años, los inmigrantes italianos y españoles, comenzaron a hacerse sentir en la sociedad rochense. La villa vio nacer dos sociedades de inmigrantes; la “Sociedad Española de Socorros Mutuos de Rocha” y la “Societá Italiana di Fratellanza e Benevolenza” – conocida popularmente como la Sociedad Italiana – ambas fundadas en 1876. A partir de su fundación ambas instituciones organizaron periódicamente reuniones bailables para sus asociados, así como veladas literario-musicales, funciones de teatro puestas en escenas por compañías teatrales arribadas desde Montevideo, así como otros eventos sociales para público en general.

Al respecto de la Sociedad Italiana de Fratellanza y Benevolenza transcribimos: “Es una de las instituciones más antiguas del departamento de Rocha. Fue fundada el 13 de febrero de 1876 por 83 inmigrantes italianos que a partir de la segunda mitad del siglo pasado se fueron afincando en la entonces Villa de Rocha. Dichos inmigrantes provenían de diversas regiones de Italia y sus oficios lo eran principalmente los de artesanos, granjeros, comerciantes, constructores, agricultores y posteriormente fueron llegando algunos profesionales músicos, pintores, etc. Los atrajo a América, lo que mirado desde su patria natal, significaban las posibilidades de trabajo, progreso y futuro bienestar. Uruguay, país tradicionalmente de puertas abiertas, los recibió con su corazón generoso y la Villa de Rocha los afincó para que fueran útiles a la comunidad y contribuyeran a su progreso, dejando así una numerosa descendencia que actúa en todos los órdenes del quehacer nacional y comarcano. Su primera Comisión Directiva fue presidida por Don José Demichelli, su secretario fue don José Gallo y su tesorero, Don Francisco Virginio, siendo en total 11 miembros. Sus estatutos, aprobados el día de su fundación establecían como fines: la ayuda mutua, la asistencia en sus enfermedades y el fomento del trabajo, a la instrucción y a la moral. La asistencia médica la prestaba un abnegado y humanitario galeno, el Dr. Alfonso Cifani y posteriormente se agregaron otros médicos. Además de la asistencia médica, se le prestaban al socio un sinnúmero de beneficios tratando así de mantener una colectividad unida y pujante. En el año 1878, se adquirió en el Cementerio de Rocha, un espacio para erigir un Panteón Social, cuya construcción se inició al poco tiempo y en el año 1917 se refaccionó tal como se encuentra actualmente. En el año 1887, se adquirió el terreno para la construcción del edificio social, y el 20 de setiembre de 1888 se colocó la piedra fundamental, iniciándose su edificación. Ubicada así la institución en su casa propia, pudo desarrollar con mayor amplitud sus diversos actos sociales, culturales, etc., pues, si bien el espíritu de su fundación fue como Sociedad de Socorros Mutuos y Fraternidad, era necesario complementarla con actividades diversas y así ocurrió. En su pasado se realizaron actos de gran jerarquía, fiestas, bailes, exposiciones, conferencias, se recibieron personalidades, visita de Embajadores de Italia y sus salas fueron cedidas para la comunidad rochense en todo acto que fuese de interés público. Quien no recuerda aquellas tradicionales fiestas del 20 de setiembre que aglutinaban a toda la colectividad italiana y se realizaba un gran almuerzo en la Rural y por la noche el broche de oro en su sede social.” [8]

Dante Manzoni, en entrevista realizada en los meses de setiembre-octubre del 2000 por la Ingeniera Agrónoma Marlene Yacobazzo, frente a la pregunta “¿Recuerda las fiestas de los italianos del 20 de setiembre?” responde: Las fiestas de los italianos se hacían en lo de Bertolini, que era una chacra y almacén de ramos generales en las afueras de Rocha, a veces se hacía en el Batallón o en los parques. Salía la banda municipal y tocaba en cada puerta de los italianos. Toda la colectividad salía a pie con las banderas de Italia.” [9]

Por su parte, la Sociedad Española de Socorros Mutuos de Rocha, se creó por los españoles radicados en Rocha, pero indudablemente influenciados por la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos de Montevideo. Dicha institución fomentaba la instalación de sociedades, que actuando en la modalidad mutual, atendieran distintas necesidades que tenían los inmigrantes españoles. Fundada en 1876 la que fuera su sede se halla ubicada en 25 de Mayo Nº 149. Ofrecía a sus socios diversos servicios, siendo muy valorado el de la atención sanitaria, que se complementaba con el otorgamiento de subsidios para casos de enfermedad prolongada. Pero también se brindaban otros servicios, en especial lo concerniente a la preservación de la tradición española, la solidaridad, la cultura y la recreación. A lo largo del siglo, la sociedad atravesó distintos períodos, caracterizados por duros enfrentamientos, de los que la prensa rochense, se ocupó en reiteradas ocasiones. En ciertos casos, algunos socios no deseaban que se efectuaran actos sociales, ya fueran bailes, romerías, por entender que los mismos insumían gastos que la sociedad no estaba en condiciones de costear. Al igual, que en el caso de los italianos, los españoles representaban un sector importante de la sociedad, con la salvedad que la prensa registró muchas de las situaciones que inquietaban a los españoles, dejándose así constancia de lo que pasaba.

 

 

6. Un día de campo

 

 

Nada mejor para dar una muestra de la dinámica de las colectividades extranjeras y distintas sociedades en nuestro medio a fines del S. XIX que transcribir como eran sus actividades de esparcimiento. De muestra un botón basta, como dice el popular refrán.

En 1886, la Sociedad se encontró abocada a la organización de un paseo campestre, para festejar su aniversario. El 10 de enero la Comisión de Fiestas inició la recolección de fondos, con la finalidad de costear los gastos de la fiesta que se anunció para el 31 de enero. Los días domingo 10 y lunes 11 la Comisión visitó a un importante número de socios, reuniendo algo más de ochenta pesos. La recorrida les permitió aquilatar el verdadero grado de oposición al evento.[10]

Sin proponérselo, la Sociedad Italiana resultó involucrada en el episodio, por cuanto los socios disidentes de la Española, ejercieron presión para que los italianos no concurrieran – ni la sociedad como tal, ni sus socios a título personal – a la fiesta campestre. Frente a gestiones, procurando que se reviera la decisión, en un principio no se logró un buen resultado. Sin embargo en la víspera del evento, gracias a los buenos oficios de algunos socios se consiguió el restablecimiento  pleno de relaciones, tal como había sido siempre.[11] Otra institución, la Sociedad Cosmopolita, el 20 de enero resolvió concurrir al paseo campestre en corporación, instalando una carpa. En esta decisión, indudablemente pesó el hecho que una parte del cuadro social eran inmigrantes de origen español, que tenían una fuerte presencia en la Directiva y por consiguiente, inclinados favorablemente a esa colectividad.

El 23 de enero de 1886, la Comisión de Fiestas dio a conocer el Programa. Resulta de interés, por cuanto es dable observar que no dejó nada al azar.

 

“Programa para el paseo campestre de 1886

De conformidad con lo dispuesto en la Asamblea General se pone en conocimiento del Público que el Paseo Campestre en celebración del 9º aniversario de su fundación se efectuará el 7 del corriente mes, en el pintoresco local del Sr. Domínguez, que ha sido galantemente cedido por dicho señor.

Para, que dicho paseo tenga la mayor brillantez posible, se han invitado las autoridades principales de la localidad, los centros sociales y el pueblo en general.

Orden del Paseo Campestre

1º A las 4 ½ de la mañana la gaita y tamboril anunciará al vecindario el principio de la fiesta.

2º A las 6 de la mañana en la casa del Sr. Catasús se reunirá la Comisión de Observancia para recibir las Corporaciones, Sociedades y personas invitadas  conjuntamente con los Sres. Socios que asistan.

3º A las 6 ½ de la mañana la comitiva saldrá en el orden siguiente:

Abrirá la marcha la gaita, tamboril y la banda de música, seguirá la Comisión de Fiestas llevando la Bandera Oriental y la de la Sociedad, luego la Comisión de Observancia, y en seguida las Corporaciones, Sociedades y personas invitadas, y finalmente todos los Sres. Socios.

4º La Comitiva seguirá las calles de Castillos tomando la de la Sierra hasta la esquina de San Luis, seguirá a la Jefatura para saludar a las autoridades de la República en la persona del Sr. Jefe Político, tomará en seguida la calle Cabo Santa María, Castillos, Uruguay  marchando  seguidamente  al sitio indicado. [12]

5º Llegada la Comitiva en la Carpa Oficial el Sr. Presidente pronunciará algunas palabras alusivas al acto y declarará inaugurado el paseo campestre.

6º De 2 a 4 de la tarde reunida la Comisión de Observancia en su carpa recibirá las visitas de las Autoridades, Sociedades y Corporaciones invitadas.

7º A las 4 ½  se anunciará por medio de cohetes que la tribuna queda abierto pudiendo desde este momento pronunciarse discursos, etc.

8º A las 5 ½ la Comisión de Observancia pasará a saludar en sus respectivas carpas a las Corporaciones y Sociedades y a darles las gracias por su concurso.

9º A las 7 reunida nuevamente la Comisión de Observancia se avisará por medio de cohetes que queda terminado el acto oficial del Paseo Campestre, al efecto el Sr. Presidente agradecerá al público el concurso prestado, y declarará terminada la fiesta.

Este es el Programa que la Comisión de Fiestas ha creído oportuno adoptar y espera que los Sres. Socios concurran a tan simpática fiesta, para su mayor esplendor.

Es nuestro deber en las actuales circunstancias marchar unidos por el bien de nuestra Sociedad y en el nombre de los Españoles que con orgullo ostentamos. El pretexto que invocamos Sres. Consocios es digno de tener en cuenta y por tanto olvidar alguna disidencia si por acaso existiera. Este es el pedido que hacemos a todos nuestros consocios a quienes saludamos con la mayor fraternidad.

Rocha, febrero 1º de 1886

Domingo A. Costa

        Calixto Goycoechea

                  Manuel Rubio

                          Segundo Goycoechea

                                    José Izaguirre

                                              Ricardo Ribot

                                                          Peregrino Lostaló” [13]

 

Este programa da una idea clara de la importancia que para la sociedad rochense tenía este tipo de actividad social, organizada por las colectividades. Véase también la cobertura periodística que merecía; representada en este caso por el hecho que el Periódico “El Imparcial” destacara un cronista para que relatara los pormenores del evento, los cuales de forma usual reunían a centenares de personas en una alegre expresión de sociabilidad.  La crónica se transcribe literal a continuación – por entender que ello es sumamente expresivo – y con la finalidad de guiar a los amables lectores, hemos agregado subtítulos, que aparecen entre corchetes.

 

“Paseo Campestre

Reportaje para “El Imparcial”

Estamos a 7 de febrero. Ha llegado  por fin, el día de la fiesta española; son las cuatro de la mañana, y el eco sonoro de la gaita gallega, confundido con el continuo tronar de los cohetes voladores, nos anuncia que la hora es llegada.

Dejamos el lecho, y nos dirigimos al local de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, punto de reunión de las demás Sociedades y convidados, que como nosotros no gustan perder lo más mínimo de tan simpáticas fiestas.”

 

[Visita a las Autoridades Departamentales]

 

“Serían las 6 cuando, según lo anunciaba el programa, se puso en marcha la comitiva compuesta más o menos de 200 personas, en dirección a la Jefatura Política, donde después de los saludos, discursos, etc. de estilo, se sirvió un abundante refresco, cuyos brindis inauguró el Sr. Jefe Político, haciendo votos por engrandecimiento y felicidad de la noble España, de nuestra querida Patria, de la Sociedad Española, de las demás que la acompañaban a festejar el noveno aniversario de su fundación.  Brindaron también, los Sres. Costa, Alsina, Lapeyre y otros.

Terminado el objeto de la visita a la Jefatura, se puso de nuevo en marcha la comitiva al son de los melodiosos acordes de las Bandas Lírico y Departamental y Orquesta Fígaro, en dirección al Prado Rochense[14].”

 

[La marcha hasta la chacra de Domínguez]

 

No es muy corto que digamos, el trayecto que media entre la Villa y la chacra del Sr. Domínguez, máxime cuando ése trayecto, tiene que hacerse a pié y por desventura, se padece de éstos. Por estas causales y suponiendo que nada de particular veríamos en la marcha, nos separamos del grupo y buscamos un carruaje que nos condujera al sitio indicado.”

 

[El lugar donde se celebra la fiesta]

 

“Gratísima impresión experimentamos a nuestra llegada, contemplar el buen aspecto que presentaba aquel pintoresco lugar: dos hermosas carpas construidas con toda elegancia y buen gusto, frente una de otra; pertenecientes respectivamente a la Jefatura y Sociedad Cosmopolita, formaban la entrada de la gran plazoleta, en cuya extremidad se levanta la carpa oficial, que no era por cierto, construida con menos elegancia y buen gusto, que las que antes hemos citado, presentando un bellísimo golpe de vista; llamando por consiguiente, con justicia, la atención de todos los concurrentes.

Sería difícil y cansado, detallar con minuciosidad la forma, adornos, etc. de todas las carpas, por cuya razón abandonamos esa tarea para proseguir en la que nos hemos propuesto, que es saber el éxito de la fiesta comenzada.!

 

[El arribo de la comitiva]

 

“Llega la comitiva en medio del clamoreo general y el entusiasmo y la alegría se redoblan al inaugurar el acto, el Sr. Presidente de la Comisión de Observancia; ya se forman distintos grupos bailando aquí la jota, allí el tango, y tarantela más allá y así continúa creciendo la concurrencia a medida que el día va mejorándose, pues había amenazado tormenta un rato antes, alcanzando a caer una garúa que no dejó de causar algún disgusto, por temor que la fiesta se ahogara. No quisieron por suerte las nubes ser intempestivas, y se disolvieron apareciendo el Sol en el Cenit y disipándose también nuestras dudas sobre si nos llovería o no.”

 

[La carpa de la Sociedad Cosmopolita]

 

“Penetramos en la carpa de la Sociedad Cosmopolita donde se hallaban varias personas amigas saboreando mate amargo y nos obsequiaron. Aceptamos el convite, y después de hacerle los honores al amargo, salimos a observar las otras carpas y la animación que reinaba en todas nos atraía a gozar viendo algunos jóvenes alegres bailando, cantando, etc. A eso de las once más o menos, nos llamó la atención un toque de clarín que sentimos, así como una especie de llamada, y como es natural, tratamos de cerciorarnos que significaba aquello; pronto salimos de dudas, en la carpa de la Sociedad Cosmopolita había asado con cuero y se llamaba a almorzar; creímos de primero que aquel almuerzo, se relacionaba puramente con los miembros de aquella Asociación, pero nos engañábamos; el almuerzo era general y fortalecimos allí nuestros estómagos, socios y no socios haciendo con toda amabilidad los honores de la mesa, el Sr. Presidente y Secretario de la expresada Sociedad a quienes repetimos hoy nuestro agradecimiento por sus finas atenciones y felicitamos de veras; pues gracias a sus esfuerzos, la Sociedad Cosmopolita, contribuyó mucho a la brillantez de aquella fiesta…”

 

[La Sociedad Italiana]

 

“…enviamos a la digna Sociedad Italiana nuestra ardiente felicitación por la determinación que adoptó a última hora, la víspera de la fiesta, de asistir a ella en corporación, contribuyendo también con ello, a darle más esplendidez. Al visitar esta Sociedad a la Española en su carpa, el Sr. Mantovani, habló a nombre de aquella cuyas palabras fueron contestadas por el Sr. Presidente de la Comisión de Fiestas Don Domingo Costa, con aquel modo expresivo y fino con que sabe hacerlo este señor.”

 

[Saludo entre Sociedades]

 

“Todas las sociedades allí reunidas, se visitaron recíprocamente cambiándose entre unas y otras, palabras alusivas al acto, en las que claramente se comprendía el entusiasmo y regocijo de que se hallaban todos poseídos.”

 

 

[El baile y la animación reinante]

 

“En las carpas de la Jefatura y Sociedad Cosmopolita, se bailaba en grande escala. La mayor parte del bello sexo que hasta entonces mostraba cierto escrúpulo de bailar al aire libre, se vieron vencidas por el justo entusiasmo que experimentaban y por las no menos justas exigencias de los jóvenes, y el baile se formalizó prolongándose hasta la finalización de la fiesta, reinando la mayor animación y armonía entre todos los bailarines.”

 

 

[Resumen de la fiesta]

 

“Mucho tendríamos que extendernos para hacer una relación exacta de la fiesta que nos ocupa; pero tememos hastiar a los nos hagan el honor de leer esta mal zurcida reseña, y por otra parte, no nos de nuestra pobre mollera para reseñar cual deseáramos aquella fiesta. Por consiguiente, pues resumamos. En nuestro concepto, la citada fiesta ha sido digna de su objeto: el entusiasmo fue general; la alegría, por doquiera reinaba, no habiéndose ella perturbado con la realización de ningún hecho desagradable, a no ser algún incidente insignificante producido sobre algunos alegrones. Terminó el día, retirándose la concurrencia aunque alguno quedó hasta la noche. Al día siguiente, lunes, continuó de nuevo la fiesta, reinando como en el día  anterior, la mayor animación. Para concluir, réstanos enviar nuestras ardientes felicitaciones a la progresista Sociedad Española, lo mismo que a las demás que contribuyeron con su presencia, a dar más brillo y esplendor al paseo campestre con que solemnizó aquella, el aniversario noveno de su fundación: y hacemos votos para que el año venidero y los sucesivos, pueda dicha Sociedad, festejar con mayor esplendidez y mejor éxito su aniversario, si puede exigirse eso a una fiesta que como la que nos ocupa, no ha dejado nada que desear.

Febrero 9 de 1886.

Seratir” [15]

 

 

 

7. Otras sociedades recreativas, de socorros mutuos, culturales y filantrópicas

 

 

La Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, fundada en 1880, también ofrecía a su masa social distintas actividades recreativas, fundamentalmente bailes en fechas señaladas, como Fiestas Patrias o carnaval. La prensa rochense de la época, daba cuenta de sus actividades, especialmente de cambios de autoridades y algunos servicios brindados en ocasiones especiales. Así se informaba de la participación en las mismas de distintas personalidades, algunas muy relacionadas con las colectividades mencionadas precedentemente, como el caso de Máximo Amorín y Brun, Pedro Lapeyre (hijo), Mauricio Barrios, Juan José Arrarte, Pedro Cendán, Francisco Deschamps, Carlos Saenz de Zumarán, Antonio Escudero, Santiago Tisnés, Peregrino Arias y Olivera, Miguel Gallarza, Antonio Mocoroa, Críspulo Oficialdeguy, Pedro V. Duguet. Como se puede apreciar, estas figuras no solo actuaban en su colectividad, sino que aparecían en sociedades como la Cosmopolita, que por su integración se manifestaba ser mucho más abierta y dedicada a atender a su masa social en rubros tales como la recreación y la mutualidad.[16]

“La “Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos de Rocha” publicó una Memoria a los dos años de fundada, o sea en 1882, en la que se decía que contaba con 71 socios y un capital de $ 968,10” [17]

A partir del mes de julio de 1885, trasladó su secretaría a la calle San Luis (actual Rincón) Nº 108. [18] Su vinculación con las colectividades italiana y española, fue muy estrecha, y sus cuadros dirigentes se nutrieron con los aportes de ambas sociedades. En este sentido cabe señalar que el otro aspecto que la relacionaba con las sociedades de las colectividades, fue la modalidad mutual. Esta forma de asociación, era muy valorada por los usuarios en una época donde los servicios sociales a nivel público eran muy precarios.

Otra Sociedad fue la Artesana, fundada el 1º de enero de 1887. Esta institución “que reunía únicamente a los Artesanos en actividad, tuvo como sede también al Ex-Cine La Fragata…”. [19] Presentaba la característica de atender a un público específico y que hasta este momento no había sido contemplado en otras sociedades. Aquí los artesanos tuvieron su lugar, no sólo para participar de reuniones bailables, sino también para reunirse en un ambiente que les resultase agradable.

Por su parte la Sociedad Porvenir, se fundó en el año 1887 [20], siendo sus integrantes profesionales. [21] Prestaba atención a la realización de actividades de recreación y la prensa rochense dio cuenta a lo largo de los años de distintas fiestas, especialmente bailes para socios y público en general. Pero la obra social no se agotaba con este rubro, pues la institución atendió tres áreas más. Organizadas Comisiones, que se ocuparon de Estudios, Conferencias y Biblioteca. La Comisión de Estudios, desarrolló una labor importante, al organizar en la institución cursos de comercio, matemáticas, dibujo y primeras letras para adultos, orientando los mismos hacia los jóvenes. Es de señalar que los docentes fueron personas muy destacadas en la Rocha de su tiempo. Un aviso de 1888 nos da información al respecto:

 

“Adelante

Varios son los jóvenes que han concurrido ya a matricularse para asistir a las clases que el 20 de este mes empezarán a funcionar en la Sociedad Porvenir.

El personal enseñante de dichas clases está compuesto de la siguiente manera:

Historia Universal       Ramón Vázquez  y Fajardo

Aritmética                   Mauricio Barrios (hijo)

Dibujo                         Domingo Mantovani

Elemental para adultos Emilio Julien” [22]

 

Por su parte, la Comisión de Conferencias se preocupó por traer a Rocha a personalidades a los efectos de escuchar su autorizada palabra, sobre distintos tópicos de interés o de actualidad, así como de instrumentar una adecuada difusión a los efectos de asegurar un conveniente número de concurrentes.

La restante área, es la de Biblioteca. En este caso la Comisión se encargaba de gestionar la misma, procurando que hubiera una permanente entrada de material en el rubro libros y revistas. Así mismo, se logró poner en funcionamiento un servicio para los lectores, en cuanto a recibir semanalmente todos los periódicos de circulación nacional, para que los socios puedan realizar su lectura. También atendió con particular esmero, el aspecto estadístico, en cuanto a número de lectores y obras consultadas, tanto que mensualmente comunicaba sus movimientos en la prensa local.

A través de las cuatro áreas mencionadas, la Sociedad desarrolló una actividad muy relevante para la sociedad rochense. Es de señalar que los cuadros dirigentes se nutrieron permanentemente con inmigrantes españoles e italianos, que al igual que en otras instituciones locales, supieron brindar su aporte, poniendo al servicio de la sociedad su capacidad, volcando inquietudes e iniciativas en su beneficio. Y también colaboraron, cuando fue necesario en lo económico. Veamos un ejemplo. La Sociedad no contaba con piano y tal instrumento se consideraba fundamental para diversas actividades. Se consultó entonces con varios socios poseedores de dicho instrumento, pero no se logró un acuerdo para su compra. Dos socios, Antonio Arrarte y Tomás Barrios,  considerando la importancia que para la institución tenía, resolvieron adelantar el dinero para que se comprara el mismo en Montevideo. [23]

Dentro de la gama de organizaciones sociales finiseculares de aquel S XIX encontramos también masones. Cerramos así este artículo, analizando la Logia Masónica “Sol Naciente”. En la década del 80, se fundó ésta logia en la Villa de Rocha y tuvo su incidencia en diversas capas de la sociedad rochense. En efecto algunos integrantes de la logia encontraron en las actividades de la misma un espacio en el cual actuar. La vida de esta institución transcurrió con normalidad, pero no faltaron discrepancias con la Iglesia Católica. La sede se hallaba ubicada en la calle Chuy (actual 25 de Mayo) Nº 49. A continuación vamos a presentar dos documentos que muestran la actividad desarrollada.

a) Citación para una tenida:

En el vocabulario masónico, una tenida es una reunión de trabajo de una logia o taller.

Observemos una convocatoria:

 

“A ... L .,. G .. . D . . . G . . . A . . . D ... U .. .

Sec .,. de Resp ... Log . . .  Simb . . .

Bajo los auspicios . , . del muy pod . . Sup  .. . Cons . . del Gr .. . Or .. . del Uru . . .  Esta resp .. . log .. . abrirá sus trab .. . en Ten .. . Mag .. . el lunes 19 del corriente a las 8 p.m. en el local de costumbre, para proceder a la iniciación de tres prof .. .

Se invita á todos los M.M. .. . R.rej. para asistir a este acto.

Villa de Rocha, Mayor 15 de 1884

Por mandato

El Secret ... “ [24]

 

b) Crónica de un banquete masónico:

“Banquete Masónico

Como Habíamos anunciado tuvo lugar ayer el banquete masónico, dado en honor de San Juan y en honor de los estómagos masónicos.

A las doce en punto se encontraban reunidos en su local todos los miembros que componen la logia “Sol Naciente” dándose inmediatamente comienzo al abundante almuerzo.

Se había carneado al efecto una vaquillona, preparado unos capones, pavos, gallinas y otros suculentos platos.

Los hermanos que tienen apetito, comen como los demás hombres, hicieron el honor a los riquísimos manjares que fueron despachados fraternalmente. Llegó la hora de los brindis, siendo estos iniciados por el Sr. D. Vicente M. Piñeiro, quien hacía de Venerable, pronunciando el brindis de estilo. Le siguieron en el uso de la palabra varios otros señores recordando al señor D. Máximo Amorín y Brun, D. Juan Dufort y D. Pedro V. Duguet, quienes a juicio de muchas personas estuvieron elocuentísimos. El señor Labeque leyó un extenso y bien meditado discurso.

A las tres de la tarde concluyó el almuerzo, yendo todos los asistentes a tomar café en casa del señor Gabito. [25]

Durante el banquete reinó la más completa armonía y la más franca alegría. Todos los hermanos vestían de gran parada, es decir, con sus respectivas insignias y entorchados.” [26]

 

A lo largo del artículo, se ha intentado reconstruir los elementos fundamentales, en los cuales se sustentaba un importante aspecto de la sociedad rochense decimonónica. De alguna manera las instituciones reseñadas, actuando simultáneamente muestran el complejo entramado que se fue construyendo muy lentamente y a través del cual los rochenses realizaron actividades recreativas y socializaban.

 

 

 

 


[1][1] Auguste de Saint-Hilaire – Voyage Río Grande do Sul – 1887

 

[2] Ibídem.

 

[3] Marlene Yacobazzo; “Rocha – Testimonio de dos siglos”, página 85.

 

[4] Marlene Yacobazzo; Op.cit. página 80.

 

[5] Periódico “El Imparcial”, Rocha, Edición Nº 58 correspondiente al 4 de octubre de 1884, pág. 3.

 

[6] San Miguel actual calle 25 de agosto, Uruguay actual Julián Graña. “Rocha 200 años “, pág. 12.

 

[7] Lic. Uruguay R. Vega Castillos; “Saturnino Ferreyrós  Un español emprendedor”, Artículo en Diario “El Este”, Edición Nº 18.867, correspondiente al 27 de noviembre de 2010

 

[8] “Sociedad Italiana de Rocha” en Revista “Rocha 200 años” página 57. Esta Nota lleva la firma de las autoridades de la Sociedad, Victorio Forapagliero Vinai como Presidente, Carlos Schiavo en calidad de Secretario.

 

[9] Marlene Yacobazzo; Op.cit. páginas 194 – 195.

 

[10] Al respecto, un suelto de gacetilla señalaba: ”Protesta: Hace días que varios miembros de la Sociedad Española recogen firmas en una protesta contra la idea de celebrar las fiestas del presente año. Según se dice, esos señores protestantes son los que fueron vencidos por la actual comisión. Periódico  ”El Imparcial”, Rocha, Edición Nº 189 correspondiente al 13 de enero de 1886, pág. 2.

 

[11] Periódico “El Imparcial”, Rocha, Edición Nº 197 correspondiente al 10 de febrero de 1886, página 2.

 

[12] Castillos era la actual calle Rodó;  de la Sierra, la actual 18 de Julio; San Luis es la antigua  denominación de Rincón; Cabo Santa María, la actual Dr. José Pedro Ramírez y Uruguay es hoy Julián Graña. – Marlene Yacobazzo, Op.cit. página 89

 

[13] Periódico “El Imparcial”, Rocha; Edición Nº 195, correspondiente al 3 de febrero de 1886, página 2.

 

[14] Así se llamó a la chacra del señor Domíguez, en la emergencia.

 

[15] Periódico “El Imparcial”, Rocha; Edición Nº 197, correspondiente al 10 de febrero de 1886, página 2.

 

[16] Antero Urioste; “Ensayo de una Bibliografía, Cartografía e Iconografía del Departamento de Rocha 1516 – 1945”, página 61 y Periódico “El Imparcial”, Rocha, varios ejemplares entre 1880 a 1886.

 

[17] María A. Díaz de Guerra; “El Centro Paz y Unión de Maldonado entre dos siglos”, página 112.

 

[18]  Periódico “El Imparcial”, Rocha, Edición correspondiente al 8 de julio de 1885, página 2.

 

[19]  Rosalío A, Pereira: “Pinceladas del Ayer” En Revista “Rocha 200 años”, página 79.

 

[20]  Lic. Uruguay R. Vega Castillos; artículos en Diario El Este: “La “ Sociedad Porvenir”-  Medio siglo construyendo la cultura rochense. Promotores y fundadores” Ediciones Nº 17.400, 17.406 y 17.412, año LXI correspondientes al 11, 18 y 25 de febrero de 2006.

 

[21] “Este Club reunía  en especial a los profesionales de la ciudad.” – Rosalío A. Pereira; “Pinceladas del Ayer” En Revista “Rocha 200 años”, página 23.

 

[22] Periódico “El Nacionalista”, Rocha; edición correspondiente al 13 de abril de 1888, página 2.

 

[23] “Sociedad Porvenir. Asuntos sociales – Los señores don Antonio Arrarte y don Tomás Barrios se han ofrecido al Directorio de la “Porvenir” para hacer entre ambos el anticipo de los 400 pesos necesarios para la compra inmediata del piano- El ofrecimiento creemos que será aceptado; y en consecuencia no se levantará el empréstito entre los demás asociados, aunque otras personas estaban dispuestas a contribuir. Para la compra del piano se ha comisionado al señor Salvador Redin, quien partirá pasado mañana para Montevideo con ese objeto.” Periódico “El Nacionalista”, Rocha, Edición Nº 158  correspondiente al 20 de julio de 1888, página 2.

 

[24] Periódico “El Imparcial”, Rocha; Edición Nº 18 correspondiente al 17 de mayo de 1884, pág.2.

 

[25] “La Confitería”, café y billar de Emiliano Gabito, está situada en calle Cabo Santa María (actual José Pedro Ramírez) Nº 93.

 

[26] Periódico “El Imparcial”, Rocha; Edición Nº 29 correspondiente al 25 de junio, página 2.

 

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